El teléfono solo suena
cuando se equivocan, pensaba,
pero el corazón
igual le latía loco de contento
con los timbrazos.
Menos mal,
cuando se equivocan, pensaba,
pero el corazón
igual le latía loco de contento
con los timbrazos.
Menos mal,
se decía,
que hay gente que yerra
que hay gente que yerra
marcando.
DOMINGO LOPEZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario