DON DE LA ESPERANZA


Para Nicolás,
para los luchadores anónimos


Hacía años
que ya no escribía nada
bregando únicamente
por sobrevivir
trabajando
diez horas diarias
- una familia que mantener,
la suerte de tener un empleo -
por un sueldo que apenas le llegaba
pero en la bolsa de la comida
se llevaba a la fábrica
un libro de Antonio Machado
- amarillento y viejo -
porque a las cinco y cuarto de la tarde
paraban la cadena de montaje
y tenía unos minutos
- no fumaba -
para leer algún poema.

DOMINGO LÓPEZ
Inédito

2 comentarios:

Anónimo dijo...

De cojones, una buena leccion para mas de un quejica

Anónimo dijo...

Muy bueno su blog, Domingo. Enhorabuena. Si tiene un hueco, páseme por el mío, a ver qué le parece. Aún es muy pequeño, pero pretendo que crezca.

Saludos,

Daniel Ruiz García

Ah, mi blog:

www.danielruizgarcia.blogspot.com